22 jun 2013

Días

Un día te levantas, coges el móvil para ver si tienes algún WhatAapp, contestas tus mensajes, vas a la cocina, abres el frigorífico para coger el cartón de leche, y te echas en un vaso para calentarlo en el microondas, lo pones 1 min 20 seg, suficiente para darte cuenta de que tu vida es una autentica mierda. Miras a tu alrededor, y lo ves todo exactamente igual día tras día. No hay cambios en ningún lado, reformas, nuevas cosas. Siempre lo mismo. Y al final te acabas aburriendo de todo el continuo.
Al día siguiente de vuelves a levantar, miras el WhatsApp y encuentras un mensaje que te ha interesado o te ha sorprendido. Vas a la cocina, abres el frigorífico, coges la leche y todo el recorrido de todos los días para el desayuno, y mientras se calienta la leche vas pensando en ese o esos mensajes, sonriendo. Y entonces piensas en su contenido y continuas la conversación entretenida.
Un día después. Mismo trayecto que siempre pero esta vez el WhatsApp no tiene mensajes. Pero nada más despertarte has pensado: ¡hoy va a ser un buen día!. En el 1 min 20 seg de calentar la leche planeas tu día perfecto, aunque realmente al final del día habrá sido un día espantoso.
Siguiente día: te despiertas y pasas de todo. Sabes que hoy no vas a tener ni la menor suerte. En el 1 min 20 seg ni siquiera piensas, dejas la mente en blanco y esperas a que acabe de calentarse. Pues al final del día resulta ser gratificante y divertido.

Esta es la rutina diaria. Lo único que puedo sacar en claro es que habrán días buenos, días malos, días de tristeza, de felicidad, de querer estar solo... Habrán días de todo tipo. Y que las cosas cuando se planean, suelen salir mal. Así que deja que todo pase como tiene que pasar. Y no te imagines nada de lo que luego puedas desilusionarte... Ya sabes, siempre es mejor llevarte una sorpresa que una desilusión.
Cuando tengas un mal día sólo entiéndelo...tienes una vida larga en la que no todo serán risas. Y verás que mañana todo irá mejor.